SIBO: Qué es, síntomas y tratamientos

El Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado (SIBO) se caracteriza por el crecimiento anormal de bacterias en el intestino delgado, causando síntomas como inflamación, gases y problemas digestivos.

SIBO: Qué es, síntomas y tratamientos

Hoy en día se habla mucho del Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado (SIBO por sus siglas en inglés, Small Intestinal Bacterial Overgrowth) y tenemos la sensación de que, por ser un descubrimiento relativamente nuevo, muchos presentamos síntomas similares y creemos padecerlo. Pero ¿sabemos realmente qué es?

La patología se da cuando ciertas bacterias (microorganismos que viven en nuestro intestino principalmente grueso), crecen donde no deberían y acaparan el intestino delgado. De esta manera, se producen inflamación intestinal, gases, estreñimiento o diarrea, nauseas, hinchazón desde la boca del estómago. Inflamación repentina al consumir ciertos alimentos.

Actualmente, el diagnóstico que se utiliza para detectar un paciente con SIBO es utilizando el test del aire espirado, donde se analizan ciertos gases y/o sustancias que nuestro cuerpo genera en exceso cuando hay algún tipo de intolerancia.

Así, luego se sigue con el tratamiento, que implica una alimentación baja en FODMAPs (alimentos que tienen oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables).

Estos son tipos de carbohidratos de cadena corta, como azúcares, almidones y fibra, que se encuentran en muchos alimentos y generan gran inflamación, siendo los principales la manzana y la pera, por ejemplo. De esta manera, la disminución de consumo debe ser realizada por unas 6 semanas al menos y no más que eso, para, más tarde iniciar una reincorporación. A su vez se acompaña de antibióticos para erradicar dichas bacterias y de probióticos para reconstituir la flora intestinal.

Por lo tanto, es importante estar acompañado de un profesional de la salud que siempre tenga en cuenta los 3 pilares del tratamiento para SIBO: alimentación acorde, antibióticos y los probióticos correctos; ya que si uno falla puede provocar reincidencia.

Por otro lado, algo que no se visibiliza mucho y tiene estrecha relación con la sintomatología del SIBO, es la aparición de hongos (en el SIBO se trata de bacterias). Estos son principalmente cándidas y suelen acaparar gran parte del tracto gastrointestinal. Asimismo, si no se aborda correctamente pueden agravarse los síntomas y, también la mayoría de quienes presentan exceso de hongos en el intestino, dan positivo en la prueba (a excepción de ser un test donde se mida no solo lactulosa, sino otros parámetros mas). En este marco, sucede una confusión de diagnóstico.

Artículo publicado en Revista Ocio.